El propio autor mencionó que también pudo haberse inspirado en algún escritor francés, tal vez en Baudelaire, aunque algunas estrofas se asemejan a The Devil and Daniel Webster, de Stephen Vincent Benét. Su grabación se produjo a principios de junio de 1968 bajo la producción del estadounidense Jimmy Miller y en ella participaron como voces invitadas Marianne Faithfull y Anita Pallenberg. Se lanzó el 6 de diciembre de 1968 como la pista inicial del álbum Beggars Banquet.
En la letra, Mick Jagger interpreta a un misterioso personaje que se resiste a dar su nombre y que reclama ser la principal fuerza motora que está detrás de todos los actos de maldad que han tenido lugar a lo largo de la historia de la humanidad, citando sucesos como crucifixión de Jesús, el asesinato de la familia Romanov durante la Revolución rusa, la Segunda Guerra Mundial o el asesinato de Robert y John F. Kennedy. En el apartado musical, la batería; la adición de bongos y maracas le dio un sonido tribal a la composición. Aunque no fue editada como sencillo, su aparición en Beggars le propició a la banda británica numerosos problemas al ser sus miembros acusados de adoradores de Satanás.
Es considerada por la crítica musical como una de las mejores grabaciones de la banda y una de las mejores de la historia del rock: así, en el año 2004 la revista Rolling Stone incluyó a la canción en el puesto 32 en su de Lista de Rolling Stone de las 500 canciones más grandes de la historia, mientras que la cadena televisiva estadounidense VH1 la puso en el número 26 en su lista de Las 100 canciones más grandes de rock and roll. Según el sitio agregador de listas Acclaimed Music, es la 20.ª canción más aclamada por los críticos de todos los tiempos.
La grabación también da título a la película de 1968 de Jean-Luc Godard (aunque también llamada One Plus One en Europa); en ella se produce una descripción de la contracultura estadounidense de finales de los años sesenta mezclada con escenas de los Stones grabando «Sympathy».
Después del fracaso que significó su álbum Their Satanic Majesties Request de 1967, The Rolling Stones se tomaron unas vacaciones. A principios de 1968 el cantante de la agrupación, Mick Jagger, decide que la banda debe reforzar la producción de sus discos de estudio. Jagger charló con el ingeniero de sonido Glyn Johns por lo que Johns le recomendó a Jimmy Miller, quien había trabajado anteriormente con The Spencer Davis Group y Traffic.
Jagger vino a mi después de Satanic Majesties y me dijo Conseguiremos un nuevo productor, y le dije OK, de acuerdo. Me dijo, Conseguiremos a un americano. Y pensé Oh dios mio, es lo que me faltaba. No pienso que mi ego pueda sopertar que algún tipo con sangre Yankee venga aquí y me diga que sonido debo sacar de The Rolling Stones. Así que le dije ¡Conozco a alguien! Sé que hay uno en Inglaterra y es fantástico, y sólo había hecho el álbum de Traffic: Jimmy Miller. Y fue un buen antecedente, su primer disco fue con Traffic. Es un chico agradable, lo conocía, estaba en el estudio de al lado, Estoy seguro que lo hará fantástico…. Jagger conoció a Jimmy Miller y le dio el trabajo y la primera cosa que Jimmy Miller hizo [entre risas] fue despedirme. Porque el tenía a Eddie Kramer como ingeniero. Y, naturalmente, quería utilizar a su propio ingeniero, su hombre de confianza.Glyn Johns, 1982
Una noche Mick se comunicó con Miller diciéndole que le «había encantado su trabajo con Traffic» y después de unos minutos le preguntó que si le gustaría producirles su nuevo álbum, cosa que el productor aceptó de inmediato. La publicación de Beggars Banquet en 1968 supuso la primera de las colaboraciones del grupo con Miller, que produciría hasta 1972 los cuatro álbumes de estudio del periodo intermedio de los Stones (Beggars Banquet, Let It Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main St.), considerados la cumbre de su carrera. Jagger en ese entonces comenzó a adentrarse a los círculos de intelectuales ingleses de su época por lo que según él, «lo alejó de las drogas e incrementó su creatividad».
…Lo grabamos en Londres y yo me había instalado en una casa alquilada, en Chester Square. Estaba viviendo con Marianne Faithfull. ¿Todavía estaba con ella? Sí. Y estaba escribiendo un montón, leyendo mucho. Me estaba educando a mí mismo. Leía un montón de poesía. Leía mucha filosofía… Era muy sociable, siempre juntándome con el grupo de Robert Fraser [el dueño de una galería de arte]. Y no estaba consumiendo tantas drogas como para que me complicaran el proceso creativo. El de 1968 fue un período muy bueno… Había algo bueno en el aire. Fue un período creativo para todo el mundo. – Mick Jagger, 1995
Inspiración
En esas tardes que Jagger se la pasaba leyendo poesía, una vez le llegó a sus manos la novela El maestro y Margarita del escritor soviético Mijaíl Bulgákov, regalo de su novia en ese entonces, la cantante y actriz británica Marianne Faithfull. A pesar de ello, el propio autor ha sugerido que pudo haberse inspirado en otras obras:
…Creo que lo saqué de una vieja idea de Baudelaire. Creo, pero puedo estar equivocado. A veces, cuando hojeo mis libros de Baudelaire, no la encuentro por ninguna parte. Pero, en todo caso, fue una idea que saqué de la literatura francesa. Y sólo tomé un par de líneas y las expandí. – Mick Jagger, 1995
Aunque algunas estrofas también parecen asemejarse a un pasaje de la obra The Devil and Daniel Webster, de Stephen Vincent Benét. La canción fue escrita en su totalidad por el cantante pero es acreditada como «Jagger/Richards», debido a que el guitarrista le sugirió a Mick que le dieran otro ritmo, originalmente tenía un sonido folk similar al de Bob Dylan.
Grabación
La grabación de la primera canción de Beggars Banquet comenzó en los Olympic Studios de Londres, Inglaterra el 5 de junio de 1968 y continuó el día siguiente. Las sesiones finales tuvieron lugar los días 8, 9 y 10 de junio. Inicialmente la grabación nació como una canción folk con algunas piezas acústicas, pero con ligeros destellos originados en los ritmos brasileños, la banda la interpretó de distintas formas para observar cuál ritmo era el idóneo para la canción.
Su peculiar instrumentación estuvo integrada por el músico africano Rocky Dijon, lo que le dio un ritmo de samba en la sección de percusión tocando las congas, en la que también participó el multi-instrumentista de la banda Brian Jones. Keith Richards, guitarrista principal de los Stones, no sólo se encargó del solo de la guitarra eléctrica, sino también del bajo, instrumento que se convirtió en el auténtico guía de la pieza. Sustituyó así en su puesto a Bill Wyman, que se hizo cargo de las maracas. Por su parte, Nicky Hopkins se ocupó del piano. Finalmente, las voces de fondo contaron con la participación de Keith, Brian Jones y Anita Pallenberg; aunque cabe señalar que en la película de Jean-Luc Godard se muestra en las voces de fondo a Marianne Faithfull, Anita Pallenberg, Brian Jones, Charlie Watts, el productor Jimmy Miller, Bill Wyman y Keith Richards. Estos últimos, junto con la percusión y los chillidos de Jagger contribuyen a crear un convincente ambiente de rito satánico primitivo.
Cabe señalar que Sympathy for the Devil también es el título de una película de 1968 de Jean-Luc Godard (titulada One plus One en Europa) acerca de la contracultura norteamericana de finales de los sesenta. La película muestra el proceso de grabación del tema por parte de los Stones.
…Y se la puede ver en esa película que filmó Godard, Sympathy for the Devil [originalmente titulada One Plus One], que tiene mucho de casualidad, porque Godard quería hacer una película sobre nosotros, filmarnos en el estudio. Quiero decir, no podría pasar ahora, tener a alguien tan interesante como Godard. Y tan malhumorado. Por casualidad estábamos grabando justo esa canción. Podríamos haber estado grabando «My Obsession», pero era «Sympathy for the Devil». Y se convirtió en el tema de la película.- Mick Jagger, 1995
El tema ha estado presente en varios de los discos en directo del grupo, y destaca especialmente la versión incluida en Get Yer Ya-Ya’s Out!, grabado en noviembre de 1969.
También estaba incluido en el especial para televisión que el grupo preparó para promover el disco, titulado The Rolling Stones Rock and Roll Circus. No obstante, la actuación del conjunto durante la grabación del mismo no convenció a sus integrantes, con lo que el proyecto quedó aparcado y no vería la luz hasta el año 1996.
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